Wednesday, December 24, 2008

BUENAS IDEAS PERO POCO TIEMPO

Creé este blog hace ya más de un año, pero la falta de tiempo no me ha permitido llevar a cabo la idea inicial de aportar cosas nuevas con periodicidad.

Ahora espero que cambien un poco las cosas y poder por fin desarrollar el blog en condiciones.

Además estoy en plena fase de elaboración de la que será mi web fotográfica, mi escaparate ante los demás. En esa web la idea es, entre otras cosas, poner un enlace a este blog.

Sigo en una fase muy inicial y la cosa llevará tiempo, del que no siempre dispongo, pero pasito a pasito espero poder plasmar al final todas las idéas que tengo en la cabeza.

Mientras tanto, paciencia.

Thursday, March 01, 2007

PRIMEROS RECUERDOS

Una de las fotos que quiero conseguir desde hace años es el buitre negro en vuelo. Tengo por ahí alguna, pero no me convence, y la que más me gusta es en diapo, hecha en Monfragüe, en la zona "furtiva" del parque, exactamente hace 21 años.
Que tiempos aquellos, cuando me subía a las peñas del "Boquerón", como lo llaman los pastores de por allí, en plena sierra de las Corchuelas, de noche, jugándome el pescuezo, y me echaba sesiones de 11 horas sentado en una roca al borde del precipicio, con una tela mimética echada sobre la cabeza, en pleno agosto, mientras los bichos pasaban rozándome con sus alas. Buitres leonados, buitres negros, águilas reales e imperiales......con la tecnología digital de hoy tendría unas fotos increibles, pero por aquel entonces llevaba mi Canon FTb, pasaba las fotos a mano, exposición elegida "por intuición" y un objetivo catadrióptico que viñeteaba cosa mala.
Aún recuerdo como un par de veces tuve que agitar las manos con fuerza bajo la tela porqué el buitre se me posaba encima y temía que me despeñara.También recuerdo como en una ocasión al bajar la peña a última hora de la tarde, mientras obserbava los grupos de ciervos y jabalíes desde lo alto, lo primero que hacía al llegar abajo era despelotarme y meterme en el agua del riachuelo que corría por la garganta y directamente beber el agua del mismo con sumo placer para aliviar los calores del verano extremeño....Y de aquella vez que mientras me sumergía y calmaba mi sed apareció rozándome la espalda ese cadaver de buitre flotando con sus correspondientes gusanillos.
Eran otros tiempos. Por entonces en el parque había 3 guardas, ahora serán una treintena.
Recuerdos del pasado que marcarán mi presente y mi futuro.

Thursday, December 14, 2006

EL MOCHUELO, CAPÍTULO FINAL

He recuperado de mi cuaderno de campo este relato de una de mis aventuras camperas. Era la primavera del año 2004. Una aclaración: llamo "majano" a esos montones de piedras que se van acumulando en los campos cultivados. Ahí va el relato:

Hoy me he vuelto a estrellar, para seguir con la costumbre. Ayer cuando montaba el hide me las prometía muy felices después de la agradable sesión de la semana pasada.



Ayer charlé un ratillo con el señor de la cosechadora, que me confirmó que había acabado en la zona de manera que podía montar el hide sin problemas. Lo que más tiempo me llevó fue hacer limpieza de hierbajos. Todavía hoy tengo las manos llenas de pinchos.

Ya visualizaba ese contraluz que la semana pasada en parte estropearon las ramitas que ahora había quitado de en medio.

Hoy he seguido los mismos horarios. En pié a las 4:30 y a las 5:45 ya estaba en el hide. A primera hora un zorro me ha mantenido entretenido mientras le observaba merodear por la zona. En ningún momento ha estado a distancia de foto. A las seis y media, sin prácticamente luz, aparece el primer mochuelín, con tan mala suerte que justo en ese momento pasa por el camino un coche y el bichín decide esconderse, aunque yo en ese momento no veo donde se dirige. El caso es que empieza a pasar el tiempo y no se vuelve a dejar ver. A las 8, ya mosqueado, me fijo que en el majano siguiente hay tres mochuelos. Está claro: se han trasladado. El trajín de las máquinas estos días atrás e incluso mi presencia ha incitado a la familia a cambiarse de casa. Puede que sea lo normal en los mochuelos, incluso a lo mejor por la noche vuelven al redil, pero el caso es que a mí me han hundido la sesión.

Y ahí viene mi decisión trágico cómica. En vez de desmontar, puesto que es pronto, tomo una de esas decisiones que pensadas en frío jamás tomaría. Y decido desplazarme hacia ese majano con el hide a cuestas, con la máquina colgada, el trípode agarrado como puedo mientras levanto el mostrenco que tengo por hide y empiezo a caminar campo a través sin ver por donde ando, tropezando continuamente con piedras, plantas, la propia tela del hide, y parando de vez en cuando para mirar por alguna ranura para orientarme. Una situación totalmente ridícula, pero que por increible que parezca me dá resultado, de hecho logro fotografiar al adulto. Un primer plano con el cielo de fondo. De hecho yo creo que no se voló por la pura curiosidad de intentar ver que subnormal había bajo ese mamotreto. Puesto que el ángulo no me gustaba decidí complicarme más aún la vida y trepar a lo alto del majano con todo el armatoste a cuestas, una auténtica locura. Dicho y hecho. Cuando logro trepar por las piedras descubro que la familia mochuelil se ha trasladado al majano siguiente. Y, como te estas temiendo, decido trasladarme al majano siguiente yo también. Otra vez cojo todo en vilo y nuevamente la misma operación. Y esta vez logro fotografiar a uno de los pollos.
Ninguna de las fotos que he hecho ha valido la pena, especialmente teniendo el bagaje de fotos hechas la semana pasada, y el intentar esta operación, que he llamado OPERACIÓN TORTUGA, tiene su explicación en la frustración más que en otra cosa, en la frustración por una foto soñada no conseguida, frustración por un madrugón no aprovechado, frustración por toda una semana de planificación sin recompensa. Queda una experiencia más acumulada.

Wednesday, September 13, 2006

Historias desde el hide va a ser un recorrido por las vivencias que tenemos los fotógrafos de la naturaleza en el desarrollo de nuestra actividad, o mejor pasión, que es capturar los momentos que nos ofrece la naturaleza, su fauna, su flora, sus paisajes, en nuestras fotografías.
Hide, blind, cabaña o como queramos llamarlo, es el accesorio que en muchas ocasiones utilizamos para ocultarnos y poder realizar nuestras fotos sin asustar a nuestros sujetos, los animales, de manera que estos actuen de forma natural y nos permitan observarlos de cerca.
En HISTORIAS DESDE EL HIDE por supuesto no nos limitaremos a aventuras vividas desde un hide, sino de cualquier experiencia reseñable o anecdota que valga la pena contar relacionada con nuestra actividad en la naturaleza.

Fdo.:Juan Manuel Hernández